LO DICHO ''YES, WE JARL''

lunes, 21 de marzo de 2011

Hamlet en Sala el Tren: Después del metal no hay nada


El problema de Hamlet va paralelo al gran problema del metal hoy en día. El metal ardió fuerte y tocó techo, por muchos Mastodon que nos quieran vender hoy en día. El metal se convirtió en una vía muerta, que diría el gran Antonio Arias. Que sí, Hamlet siguen haciendo buenos discos y sí, siguen echándole más ganas y pasándoselo como nadie encima de un escenario. Pero son Revolución 12.111, Insomnio o el Inferno -el menor de los tres- el cenit de su carrera. Y los propios miembros de Hamlet no son ajenos a ello. Así que de vez en cuando regalan a los fans una gira como la que les llevó el viernes pasado a la sala Tren de Granada. Pero no se lleven a engaño, no estamos hablando de un concierto revival nostálgico de los tiempos mejores.

Asistir a un concierto de Hamlet sería comparable a su canción "tu medicina". Empieza con un ritmo pegajoso y en cuanto quieres darte cuenta el ritmo se te ha contagiado mientras te lleva en un crescendo, para acabar dando saltos y gritando. Molly y compañía aparecieron en escena con nueva escenografía -algo indica que su próximo disco irá por los caminos del stoner rock- para ir descargando toda la intensidad el repertorio de sus tres discos de oro, desde "mi nombre es yo", "odio", "muérdesela", "no me arrepiento", "tortura visión"... se echaba en falta escuchar temas como "el color de los pañuelos" -una de las más ovacionadas- o la hardcoreta "habitación 106". Como se ha mencionado, Hamlet son animales de escenario, se lo pasan bien y eso se nota. Y eso, junto con los discos que se homenajearon, hacen de la banda como uno de los grandes exponentes del metal mundial -y evidentemente la mejor banda de metal de España-. Con Paco Sánchez destrozando el pedal de la batería, Luis Tárraga sacando ese sonido pesado de la guitarra y, por encima de todo, un Molly capaz de correr y saltar durante casi dos horas, cantando sin micrófono la intensa "perdóname", bajándose a hacer pogo con el público para durante "egoísmo" , para luego sobrevivir a uno de las caídas de escenario más aparatosas de la historia del rock y terminar el concierto con "J. F." -the show must go on dijo, mientras se dolía-.

Por ello y por mucho más siempre resulta un grupo del que estar pendiente de lo que hacen y es que, yo no sé ustedes, reconforta saber que Hamlet sigue por ahí, haciendo buenos discos y mejores directos.

PD: lo peor del concierto, las greñas horribles que Pilar Rubio ha permitido que se deje Molly

CRÓNICA DEL CONCIERTO DE HAMLET EN LA SALA EL TREN CORTESÍA DE JORGE B. ORTÍZ GONZÁLEZ

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